Tiempo de lectura:
4 min / Para leer en el break ☕
Estando en Cali, Colombia, en el cumpleaños de un amigo y respondiendo interrogantes de algunos invitados sobre el café, alguien me preguntó: "¿cuál es el mejor café?" Mi cara en un emoji, fue: 🤔
A diferencia del fútbol, disciplina en la que todos sabemos que el mejor es Lionel Messi, en el mundo del café y los sabores, la cuestión es más discutible y menos absoluta.
UNA REFLEXIÓN
Si yo te preguntara, "¿cuál es la mejor comida del mundo?", seguramente me responderías que tu plato favorito es la mejor comida. Un colombiano diría que el ajiaco o la bandeja paisa, un argentino diría que el asado o las pastas, y al otro lado del globo, un japonés dirá que la mejor comida es el ramen. Lo más probable es que no haya consenso sobre la mejor comida... porque los gustos son culturales, y sobre todo, subjetivos: tan personales como nuestro ADN, que influye en nuestra predisposición a preferir ciertos sabores sobre otros.
LO TÉCNICO
Tras esta primera reflexión y adentrándonos en lo técnico, paso a contarte que un grano de café es mucho más complejo de lo que te imaginás: tiene cerca de 1.000 compuestos químicos que lo hacen una de las bebidas más complejas en términos de aroma y sabor, ¡incluso más que el vino! Teniendo en cuenta que hay variedades de cafés -como sucede con la uva del vino-, y considerando los factores que intervienen tras la cosecha, como el tipo de secado, la fermentación y el tueste del grano, podemos decir que las posibilidades para lograr cafés de excelencia son infinitas: desde cafés suaves y florales, pasando por cafés cítricos y afrutados hasta cafés con más cuerpo e intensidad... solo para simplificar, porque hay mucho más.
De raíz, lo que hará especial a un café es la calidad de la planta, del grano, la rigurosa selección, la innovación en los procesos y el cuidado en cada etapa, tras la cosecha. Todo esto se traduce en aromas y sabores notablemente superiores. Para evaluar objetivamente la calidad de un café antes de su comercialización, existen sólidos estándares: el puntaje que recibe cada muestra, asignado por catadores profesionales certificados en un laboratorio. Para hacerlo fácil, diremos que ese puntaje define si un café es comercial, gourmet o de especialidad.
Entonces, sí podemos afirmar que al comprar café de especialidad estás accediendo a los mejores cafés del mercado a tu alcance. Y no solo eso: también estás contribuyendo a que el caficultor se tecnifique para competir en las grandes ligas, ofreciéndote cada día un mejor producto. Además, el caficultor recibirá un precio más justo por su trabajo.
LA CONCLUSIÓN
Entonces, ya lo sabes: en un mundo tan complejo, variado y subjetivo, no existe el mejor café. Pero sí existen excelentes cafés, sin ninguna duda superiores: son los "cafés especiales". Estos provienen de diferentes variedades de planta, son cultivados en distintos países y tratados con diversos procesos. Y esa es la mejor noticia, que las posibilidades para disfrutar de una gran taza son infinitas. Ahora, solo queda que te animés a probar diferentes granos, para descubrir cuál es tu mejor café.
☕⚡✒️ Por Lea Vellon
Barista · Director de Arte
Cofundador de Los Baristas Co.